PERFIL DE CLUB - EL COMPETITIVISMO SE COME A LOS ANGELITOS

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LicPescadasTraful
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PERFIL DE CLUB - EL COMPETITIVISMO SE COME A LOS ANGELITOS

Mensaje por LicPescadasTraful » Lun, 24 Mar 2025, 15:38

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Como ya dije en otra columna, el formato que marca la realidad del tenis es el partido.
Nos guste o no nos guste, jamás podríamos decir "yo domino este deporte" siendo exclusivamente buenos en su parte técnica.
Un partido de tenis es un largo encadenamiento de circunstancias para resolver dentro de un escenario donde conviven el entusiasmo por el objetivo ganador y la tensión de cada pelota luchada, cada punto complicado.
Esto que, para algunos, podría ser tortuoso, es la esencia de este deporte, y a quien quiera evitarla, el tenis se le transformará en un laberinto sin salida.
En el club donde comencé a jugar (tenía 10 años) solo habían dos canchas y no existía ningún tipo de competencias. Hasta que, a alguien de "La Comisión" se le ocurrió realizar campeonatos internos. Y aquel paraíso cambió su atmósfera pasatista y angelical, por otra mucho mas vertiginosa. Más "guerrera".
Los "angelitos" tuvimos que adaptarnos a lo nuevo y permanente.
Y eso estuvo bueno, porque nos ofrecía algo más parecido a la vida fuera de casa.
El "ganar" se volvió más importante, y no solamente en lo deportivo. También comenzaba a marcar rumbos en materia de integración social y, de a poco, todo el club estaba impregnado.
No se si alguno de los lectores vivió algo similar, pero terminaba siendo muy frecuente que, al abandonar la cancha luego de un partido amistoso con un compañero de la misma camada, otros socios ubicados en lugares de paso preguntaran "Cómo saliste?".
El perfil del club mutaba hacia el COMPETITIVISMO y ya no había vuelta atrás. De los torneos internos, pasaron al interclubes zonal y luego al inmenso "Interclubes de Buenos Aires" que abarcaba un área hiper extensa. Podía tocar jugar de visitante, tanto en Longchaqmps como en Lujan. Miren un mapa y saquen conclusiones.
Mi club ingresó a ese campeonato teniendo solo 2 canchas. La 4ta. división presentada, ascendió a tercera y llegó a disputar la final. Para competir, al año siguiente, tuvo que construir la tercera cancha.
La gente alentaba a sus jugadores, colmando los espacios cuando se jugaba como local y se organizaban excursiones para ver al equipo (y luego a los equipos) en condición de visitantes.
En medio del amplio fenómeno que bauticé "sed de bronce" estábamos, todos, bajo los efectos de un euforizante y a nadie se le hubiese ocurrido tomar el antídoto.
Era casi una forma de supervivencia, hacer cualquier cosa por jugar mejor tenis y estar dentro de las franjas de jugadores "convocables" para integrar equipos.
En ese sentido y, favorecido por un buen estado de la economía en mi casa, sumado al apoyo incondicional de mi madre, me asocié a un club grande, a 20 km de distancia donde tomar clases con un profesor de prestigio que ordenase un poco mi desorden tenístico.
Estoy hablando del Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires y del profesor Andrés Funes.
El club G.E.B.A. era muy antiguo y poderoso en tenis y muchos otros deportes. Tenía decenas de canchas y primeras divisiones en caballeros y damas. El clima competitivo se podía sentir en el aire.
Al punto tal, que no había ningún prurito en catalogar a los tenistas afectados a los torneos federativos como "Representantes", a fin de establecer una diferencia con quienes no tenían esa distinción.
En poco tiempo, mis condiciones tenísticas y mis características personales (llámenle si quieren "caradura, metido e insistidor") me dieron roce amistoso y juego en la cancha con gente de ambos bandos. Una suerte de "doble espía".
Mis amigos "no representantes" me preguntaban cómo lo había logrado. Y esa curiosidad ya era suficiente síntoma como para aseverar un diagnóstico: CLUB DE PERFIL COMPETITIVO GRADO 1.
Con el tiempo, mi paso por la enseñanza y lurgo por la distribución de insumos para tenis (esto último entre fines de los ´80 y principios de los ´90) conocí por dentro muchísimos clubes, donde también me mimeticé y constaté el mismo clima. El mismo fenómeno.
Hoy miro el tenis bajo los efectos del antídoto. Pero con mucho cuidado, porque tampoco es cuestión de ponerme a los "eufóricos" en contra.
Personalmente estoy a favor de la existencia de competencias federativas e internas dentro de un club y en contra de que no haya ningún estímulo. (También conocí clubes donde no hay competencia alguna y eso tampoco es sano.)
Trato de promover el equilibrio entre las posibilidades estructurales de un club (lo cual incluye al factor tiempo), su población tenistica y el respeto por el derecho del jugador no competitivo a utilizar las canchas en días y horarios claves para la práctica de la gente que concurre solo los fines de semana. ¿Cómo se garantiza eso? Para mi, con muy pocos ingredientes: Sentido común, disciplina para no enredarse en cosas del "amiguismo" y, fundamentalmente, DOSIFICACIÓN.

Evaristo Pescadas Traful


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Y para dialogo fluido, acuerda una entrevista y luego utiliza videochat de Google ("hangouts"), o Facebook.

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