HAGAMOS UN TORNEO INTERNO DE TENIS QUE NOS TRASCIENDA Y SE CONVIERTA EN "INDISCUTIBLE".
Para comenzar vayamos a lo más profundo: ¿En qué afecta, para bien o para mal, disponer de una competencia interna en un club de tenis?
En un club de tenis, siempre habrán diferencias en la forma en que sus socios hacen uso de las canchas. Distintas "franjas" entre las cuales vamos a encontrar a los "tenistas netamente recreativos", que no tienen (y quizá nunca tendrán) en sus planes la posibilidad de jugar partidos con quienes no conocen o no dispensan un trato frecuente.
A ellos los suelo denominar como "socios usuarios rasos". Generalmente no van al club "entre semana" y sufren las consecuencias de la hiper-ocupación de canchas por competencias federativas (tipo Interclubes), acortándoles las opciones de horario y de repetición en los fines de semana.
Digamos que, finalmente, el tenis competitivo se les presenta como enemigo antes que como aliado.
Cuando un socio raso ingresa en un club, rara vez, se le advierte sobre el perfil o la trayectoia competitiva de la institución, Y es probable que choque conflictivamente con eso en algún momento, salvo que el club se encargue de generar hechos que promuevan algún tipo de introducción. Una introducción amigable y dosificada para garantizar su éxito.
El usuario raso suele no ser "mayoría" cuando se trata de un club de perfil competitivo, pero la existencia de un Torneo Interno convenientemente promovido y organizado, puede tomar algunas piezas de ese tablero y llevarlas a un salto de calidad.
Junto con esa franja suele cohabitar una segunda categoría de usuarios con mayor predisposición al tenis competitivo y a la integración con otros socios de distintos "sub-grupos". Llamémosle (por ahora) "socio competitivo potencial", y consideremos que los hay en distintos niveles de juego, tanto principiantes como intermedios o avanzados pero, en suma, suelen ser una cantidad nada despreciable a la hora de promover un Torneo Interno de Tenis.
Hay mucho "material" ahí. A veces por dificultades de agenda familiar, otras veces por nostalgia de otros tiempos en que ese socio competitivo frecuentaba la participación en torneos. Y, también, por una combinación de estos factores.
De más estaría, entonces, hablar de una tercera franja que comprende a los "socios competitivos activos", para quienes un torneo interno no sugiere ninguna presión especial, más allá de la circunstancial superposición con otros compromisos deportivos vigentes o futuros.
Paradójicamente, encuentro mayor resistencia (a la realización de un torneo interno) en este último grupo, que en los dos anteriores. Y las razones no van más allá de ciertos prejuicios que podrían trabajarse adecuadamente para encarar un evento muy estimulante y provechoso para todos. Incluso para la institución.
Los mejores clubes de tenis, de perfil competitivo, cuentan con un fuerte torneo interno anual al que, por continuidad a lo largo de los años y una administración seria, eficiente y transparente, todos respetan tanto o más, que otras formas de competición instaladas en el calendario.
No estoy proponiendo un determinado sistema como "perfecto" porque quizá todos lo sean, mientras las reglas de juego se acepten y respeten desde el día de la inscripción de cada particiante. Estoy señalando las ventajas en el mediano y largo plazo de una política de competencia interna avalada por las autoridades de un club de tenis que se anime a desafiar los "porqué no" y salir decididamente a construir un evento que conquiste el cariño y la integración de quienes lo miran desde adentro; como asi también el prestigio de frente a quienes lo ven desde afuera.
Cuales son los elementos de "resistencia" habituales, cuando aparece el tema de un Torneo Interno?
En mi opinión, lo difícil es llegar a un acuerdo amplio sobre los objetivos a largo plazo y las "políticas de estado" (si se me permite el término y en su debida escala) para éste y otros tipos de consignas en una institución. Mientras no se convenga la positividad de contar con una competencia interna amplia, amigable y respetable, todo lo que haya leído hasta aquí y lo que pudiese leer más adelante, será tiempo perdido. Pero esto fue escrito partiendo de una hipótesis de aceptación de la iniciativa y de entusiasmo por derrotar los propios prejuicios que han complicado y hasta negado sistemáticamente su implementación. Y por eso, nos sumergimos en este tema, desde lo negativo hacia lo efectivo.
Personalmente he sacado a relucir este tema en mi club varias veces, desde un discurso no tan minucioso como este texto. Y créame que todo esto puede ser leído en 10 minutos. Le recuerdo que estamos debatiendo sobre un asunto en el que invito a todos a aportar en un solo sentido: el de la concreción.
Me encontré con posiciones que llevaban hacia la negativa en forma "sospechosamente veloz". Casi sin dar a lugar para muestreos ni variantes. Y me animo a decir que son opiniones construidas a partir de malas experiencias en el club en cuestión o en algún otro. Como diciendo "no quiero pasar por una experiencia similar". Okey!
Lo que estoy proponiendo es detenernos a diseñar sobre la base de algunas malas experiencias para hacer exactamente lo contrario.
Mi posición sobre este tema es que un Torneo Interno no nazca en una mesa de café, entre un grupete de amigos que salgan a vender la consigna en tiempo récord. Eso puede funcionar pero no prevalecer. Puede generar convocatoria, pero limitada y nunca sin conflicto.
Las claves en las que quiero hacer incapié ya han sido mencionadas, antes, en este mismo texto, cuando hablé de "COMPETENCIA INTERNA, AMPLIA, AMIGABLE Y RESPETABLE. Solo cuatro palabras para defender a capa y espada.
Porqué Interna?
Porque debe ser representativa de lo que el club contiene en su población de socios en forma genuina. Ser Campeón del Interno del Club debe ser un honor reservado para quienes lo tienen tanto en el corazón como en el carnet de socio.
Porqué Amplia?
Porque de otro modo no tendría ni el peso institucional ni el espíritu de integración que necesita para transformarse en "evento tradicional"
Porqué Amigable?
Porque se trata de seducir a los más rehacios (ver la división en franjas sugerida mas arriba ), con un sistema que, en cuanto a la realización y la forma de los enfrentamientos, los lleve a sentir que todo está hecho a su medida. Con mucha flexibilidad en el armado y el diseño de los partidos.
Porqué Respetable?
Porque uno de las razones del gran fracaso de muchos torneos internos en distintos formatos, ha sido la mala predisposición de las comisiones organizadoras a la hora de establecer reglas para la inscripción, cronogramas de inicio y finalización, programación de partidos, difusión y de acuerdos de aceptación previa para dichas reglas y cumplimiento de la autoridad arbitral en los casos en que el "amiguismo" se entromete en las cosas que son estrictamente deportivas.
Estoy proponiendo la necesidad de un fuerte aval de las Comisiones Directivas, presentando y respaldando la mayor jerarquía y proyección del Torneo Interno y una comisión organizadora que se gane el respeto de los participantes en una forma tan fácil como desatendida. Le podríamos llamar "Comunicación Rigurosa y Acuerdos Claros".
Se trata de una forma de hacer las cosas en un modo casi opuesto a lo que se ve habitualmente. Con objetivos bien alcanzables en el corto plazo, para construir algo bien grande en el largo plazo. Sin miedo a ser pocos, mientras seamos buenos. Tengo claro los lineamientos básicos y otros, que iría desarrollando a medida que la idea se multiplique entre nuestro público interno. Seguiremos en el próximo capítulo. Muchas Gracias.
Evaristo Pescadas Traful (Lic.)